Henkel cerró una nueva edición del Rally Dakar como proveedor oficial, con sus productos Loctite y Teroson. En esta edición, los "Loctite Charlies" realizaron un promedio de veinte reparaciones por día.
Un promedio de veinte pilotos por día recurrieron a la ayuda de estos técnicos dentro de los bivouacs, con el fin de buscar soluciones a diversos problemas como roturas en los carenados de plástico de las motos, grietas y agujeros en los tanques de nafta y reservorios de agua, averías en los paragolpes y cambio de parabrisas."Fue un trabajo arduo, pero muy satisfactorio. Tuve la posibilidad de participar por primera vez en el Rally Dakar y fue realmente una experiencia única. Trabajamos codo a codo junto a los mecánicos de todos los equipos, para que los pilotos pudieran resolver rápidamente sus inconvenientes y seguir en carrera", comenta el ingeniero Martín González, Market Developer de Loctite. Martín también destaca el despliegue de la organización para llevar toda la infraestructura de un bivouac al otro, lo que permitió desarrollar sin sobresaltos su labor. Además, cuenta cómo fue su rutina diaria: "Nos levantábamos muy temprano por la mañana para llegar junto al camión de Loctite al parque cerrado. Inmediatamente desplegábamos la carpa y preparábamos todo lo necesario para ponernos a disposición de los competidores a medida que completaban cada etapa".
Un promedio de veinte pilotos por día recurrieron a la ayuda de estos técnicos dentro de los bivouacs, con el fin de buscar soluciones a diversos problemas como roturas en los carenados de plástico de las motos, grietas y agujeros en los tanques de nafta y reservorios de agua, averías en los paragolpes y cambio de parabrisas."Fue un trabajo arduo, pero muy satisfactorio. Tuve la posibilidad de participar por primera vez en el Rally Dakar y fue realmente una experiencia única. Trabajamos codo a codo junto a los mecánicos de todos los equipos, para que los pilotos pudieran resolver rápidamente sus inconvenientes y seguir en carrera", comenta el ingeniero Martín González, Market Developer de Loctite. Martín también destaca el despliegue de la organización para llevar toda la infraestructura de un bivouac al otro, lo que permitió desarrollar sin sobresaltos su labor. Además, cuenta cómo fue su rutina diaria: "Nos levantábamos muy temprano por la mañana para llegar junto al camión de Loctite al parque cerrado. Inmediatamente desplegábamos la carpa y preparábamos todo lo necesario para ponernos a disposición de los competidores a medida que completaban cada etapa".
Cada día los Loctite Charlies estacionaban el camión de asistencia en los bivouac y armaban la carpa para esperar a los competidores que iban finalizando las etapas y necesitaban realizar reparaciones. El camión de asistencia Loctite Teroson está perfectamente equipado con porductos y el equipamiento necesario para realizar las aplicaciones que pudieran surgir durante la competencia.
La aventura Dakar incluyó los viajes en Hércules, una experiencia que solo unos pocos pueden vivir.
En cada Bivouac se montaban carpas generales que cumplían el rol de comedores. Allí se juntaban los mecánicos, los corredores, la gente de la organización y por supuesto, los Charlies.Para poder manejarse a través de los campamentos, los Loctite Charlies se trasladaban en un cuatriciclo el cual cuenta con una caja en la parte trasera donde los técnicos llevan las herramientas y productos para las reparaciones.
Cuando cae la noche y los corredores ya están todos en el campamento, los Charlies continúan trabajando para posibilitar que al día siguiente los vehículos estén en condiciones de seguir la carrera.
Nuestros Charlies armaban sus carpas al costado del camión para descansar en los momentos en los que la competencia lo permitía. Como era de esperarse, el despertador más común era el ruido de los motores que empezaban a calentar antes de iniciar las etapas.